lunes, 14 de noviembre de 2016

Mas tú eres el Santo, que moras en las alabanzas de Israel! (Salmo 22,4).



La oración de alabanza es una oración excelsa. Es, por sí misma, la oración más sanadora que existe. Diríamos que es la más simplemente sanadora.
La oración de alabanza es una oración de olvido. Y el olvido cura. Porque una persona llegada, atenaceada por sus preocupaciones e ideas fijas, angustiada, tiene el primer descanso, la primera sensación de que no está irremediablemente mal, perdida, al poder realizar la eficaz experiencia de olvidarse de sí por un momento. Y la alabanza nos lleva al olvido.

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