Aleja Señor Jesús todo daño que pueda venir a los hombres de las dificultades del viaje, del cansancio del cuerpo, de la velocidad imprudente ... y como te dignaste asignar el Arcángel RAFAEL por compañero de viaje al hijo de Tobías, libra también a tus hijos de todo peligro del alma y del cuerpo, para que, caminando rectamente en tu presencia por los caminos del mundo, merezcan alcanzar el puerto de salvación. te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
1 Padre Nuestro.
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