martes, 3 de febrero de 2015

Dejemos que el cielo sature nuestros pensamientos

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 Es el lugar donde se ensancha la visión de un Dios grande y poderoso.
-         Donde todo argumento humano se desmorona.
-         Donde encontramos consuelo, paz, seguridad, fortaleza y libertad de las aflicciones. 
-         Donde encontramos luz y transparencia. 
-         Donde se afirma su Palabra en nosotros.
-         Donde se activan los recursos del Espíritu, los dones y las gracias en nosotros. (palabra de sabiduría, palabra de ciencia, dones de sanidades, de fe, hacer milagros, profecía, discernimiento de espíritus, interpretación de lenguas, diversos géneros de lenguas). 
-         Donde nuestra fe se renueva y recibimos fervor para ser testigos de Jesucristo.
-         Donde recibimos claridad para entender y encontrar la salida a cada uno de nuestros problemas, la dirección precisa.
-         Donde recibimos revelación, reflexión y sabiduría.
-         Donde recibimos el continuo renuevo y llenura del Espíritu Santo.
-         Donde somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. 

Anhelemos buscar el rostro de Dios, la presencia de Dios. Sin la presencia de Dios no podemos ir a ningún lado. Con la presencia de Dios podemos vivir de fe en fe, de gloria en gloria, de verdad en verdad.


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